Hasta entonces, destino, no estaría mal que pusieras alguna fiesta en mi camino.

Yo también voy en busca de ese amor que me deje sin respiración. En busca de esa persona que me haga sentir algo, que me llene por dentro.
Que haga que cada segundo que pase lejos de él sea angustioso, desesperante.
Que haga que cada segundo que pase junto a él sea único e inigualable, inolvidable.
Sí, la verdad es que yo creo en el amor. Creo que ese sentimiento puede cambiar radicalmente a una persona, una forma de vivir y pensar, un mundo entero. Creo que las mayores locuras se hacen por amor, y yo vivo de locuras. Son las que me alimentan cada día, las que me hacen seguir creyendo en el mañana. ¿No crees que son las locuras las que hacen que el mundo tenga algo de sentido? ¿Algo de diversión?
Sí, al igual que todas las personas, yo voy buscando el amor verdadero, pero sé que se hace esperar. Por eso no me angustio al levantarme cada mañana y darme cuenta de que todavía no lo he encontrado. Por eso no me arrepiento de todas esas noches con chicos de cuyos nombres ni me acuerdo, no pienso que haya desaprovechado mi tiempo con ellos cuando tendría que estar buscándole a él. No, no me arrepiento de esas noches malgastadas simplemente bajo la luz de las farolas, emborrachándome de felicidad y vodka rojo.
Por eso me pongo guapa, aunque no sea para él; salgo con mis amigos, hago locuras, me suelto la melena, bebo hasta hacer reír a todo el mundo, salto y me río de cualquier tontería, corro descalza por la calle sin importarme que no esté él para rescatarme por si me hago daño.
Porque sé que el amor se hace esperar, por eso, vivo la vida como si fuera el último día y no me desespero buscando debajo de las piedras.
Te prometo, te juro, que cuando el destino me plante delante delante a mi príncipe yo me serenaré. Me volveré una chica atenta, cariñosa y fiel. Le amaré como a nadie y no habrá ningún chico más. Seguiré haciendo locuras, eso nadie me lo podrá quitar, pero las podré hacer junto a él. Cambiaré de tal forma que me importará lo que él piense de mí, y no podré vivir sin él.
Hasta entonces, destino, no estaría mal que pusieras alguna fiesta en mi camino ;)